viernes, 4 de enero de 2008

En África se quedan sin Reyes Magos

Todos los años, desde 1979, mientras en Europa los niños disfrutaban con sus juguetes recién traídos por los Reyes, los habitantes de África, niños y mayores, también disfrutaban de sus particulares Reyes Magos: el Rally Dakar. Sin embargo, este año se quedan sin Reyes. Porque el Dakar se ha suspendido. La amenaza terrorista ha obligado, por primera vez en su historia, y a sólo un día del inicio de la edición número 30 de la carrera, a la suspensión total del Rally.


Hasta ahora, la mayor amenaza se vivió en el año 2000. En aquella ocasión, los grupos terroristas obligaron a neutralizar el paso por Níger, donde estaba la salsa de la carrera de aquel año, con el regreso al mítico desierto del Teneré. Fue una decisión controvertida, pero la organización apostó por la seguridad y acabó atravesando Níger en varios flamantes Antonov rusos en una operación logística sin precedentes. En aquel momento, con aquella importante mutilación del recorrido, surgieron voces que ponían en duda el futuro del rally, e incluso el regreso de algunas de las marcas que habían ido construyendo la historia de la legendaria carrera. A pesar de esas voces, al año siguiente, todos estaban allí.
Aquella del año 2000 fue una experiencia diferente. A pesar de que el recorrido original fue París-Dakar, y muchos la siguen llamando así, los organizadores, por unos motivos u otros, siempre han cambiado cosas en el recorrido del Rally. En ese 2000, con motivo de la llegada del Nuevo Milenio, plantearon cruzar el corazón de África, de Dakar a El Cairo, pero la cosa acabó mal por esa suspensión.
Es el sino de esta prueba. A pesar de que la ayuda que llega a África a través de esta carrera, digan lo que digan sus detractores, el propio continente poco a poco está consiguiendo acabar con el Rally. Desde hace años, por motivos de seguridad, están vetados Argelia, Libia, Níger, este año no se habían diseñado etapas en Mali por el mismo motivo, escapando de la amenaza terrorista. El recorrido del Rally, este año más que nunca, estaba limitado al oeste del país, pasando incluso (aunque de refilón) por el Sáhara Occidental, donde siempre ha estado presente la amenaza del Frente Polisario.

Después de todos estos años, el único país considerado seguro era Mauritania, por eso este año el Rally se centraba exclusivamente allí. Pero, para algunos, ni Mauritania es ya segura. Por supuesto, no he tenido acceso a los informes de los servicios secretos de inteligencia francesa, por lo que todo lo que se pueda decir es mera suposición. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores francés se dio hace dos días la recomendación de evitar que el Rally pasara por Mauritania, después de que cuatro turistas franceses murieran asesinados en aquel país el día de Nochebuena.

El terrorismo hoy en día es un fenómeno global, y creo, que ese ataque contra turistas franceses no dejó de ser un atentado puntual, que realmente, tampoco sabemos en qué circunstancias se produjo. Aunque Al Qaeda lanzó una amenaza contra los intereses franceses en el Magreb en septiembre (de la que se supone es causa del atentado contra los turistas franceses), las autoridades francesas no han hecho advertencias de seguridad hasta pocos días antes de la prueba, sin margen de maniobra.


Decía esta misma mediodía Carlos Sáinz, un todavía poco experto dakariano que esta suspensión supone un grave precente en el mundo del deporte, ya que el terrorismo, sin actuar, sólo con una amenaza, ha triunfado. Aparte del riesgo que supone para cualquier otro evento deportivo en el futuro (sin ir más lejos, el Tour de Francia lo organiza ASO, la misma empresa que organiza el Dakar, por lo que quién sabe si una amenaza terrorista sobre la prueba ciclista la suspendería), supone el fin del Rally por Mauritania. Un fin, al menos para un futuro inmediato. Porque estos terroristas que amenazan el Rally están muy lejos de ser detenidos mañana por la mañana o en los próximos meses. Son terroristas "de largo recorrido" cuya amenaza no va a dejar de estar ahí. Por lo que la decisión de no ir este año a Mauritania (y en consecuencia suspender el Rally), supone, tácitamente, que el Rally no va a volver por allí en mucho tiempo.
El daño que se le causa al propio país es gravísimo, porque sólo gracias a la prueba uno de los países más pobres del mundo estaba en primera línea de actualidad, y además, por acoger una prueba de gran prestigio, es decir, algo positivo. Por no hablar de los centros de salud que se veían beneficiados por la experiencia del Dakar Solidario que dirige el doctor Xavier Mir, que reparte medicinas y material quirúrgico por toda África. Aunque eso sí, Repsol ya ha anunciado que esta caravana solidaria se realizará en los próximos días.

Por desgracia, esta medida de evitar Mauritania por el terrorismo no tiene una solución que pueda llegar desde las autoridades del país. Por lo que se le ha dicho adiós a Mauritania, yo diría que casi definitivamente. Y con él, al Dakar tal y como lo conocemos. Por las amenazas terroristas ya comentadas, "no se puede" llegar a Dakar. Es decir, todos los caminos, los más habituales, están vetados por un motivo u otro.

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