miércoles, 20 de febrero de 2008

Darfur

Para algunos, todo son buenas noticias en torno a los Juegos Olímpicos de Pekín. Por ejemplo, todas las instalaciones van a estar listas con la suficiente antelación. Pero todo tiene su "cara B", como por ejemplo la particular relación entre China y los derechos humanos, o la relación entre China y el concepto de libertad de prensa.

La noticia de la semana en torno a los Juegos Olímpicos es que Steven Spielberg no participará en el diseño de la Ceremonia de Inauguración de los Juegos tal y como estaba previsto. Ha renunciado, como protesta contra el gobierno chino. Desde que se conoció que participaría como asesor de la Ceremonia, fue duramente presionado. La actriz Mia Farrow le acusó de colaborar con los Juegos del Genocidio.

Spielberg lo avisó en verano: “Si el gobierno chino sigue apoyando los abusos de Sudán en Darfur me marcho”. Sudán es un país africano, y aunque esté habiendo un genocidio en la región de Darfur, pues no importa mucho. Pues bien, Spielberg ha cumplido. Dice que “En este momento mi energía no debe estar destinada a la ceremonia de los Juegos, sino a tratar de poner fin a las atrocidades que se están cometiendo en Darfur”.

Los chinos, después de la renuncia de Spielberg, le han acusado de retórica vacía. Dicen los chinos que en Darfur, en lugar de retórica vacía, lo que necesitan es proporcionar ayuda humanitaria. E insisten en que ellos promovieron el diálogo entre Sudán, la Unión Europea y la Unión Africana, además de hacer donaciones y proporcionar suministro de agua y electricidad en Darfur. Además, insisten en que alguna gente intenta unir Darfur con la política del gobierno chino y los Juegos Olímpicos, sin que entiendan la política china. El objetivo chino es claro, no mezclar política y deporte, porque van a salir mal parados.

La realidad es que China adquiere hoy en día dos tercios del petróleo de Sudán, le vende armas y frenó en el Consejo de Seguridad de la ONU que la Comunidad Internacional desplegara fuerzas de paz en la zona.
Es cierto que China puede estar preocupada por Darfur, y de hecho, ha donado según dicen 11 millones de dólares para construcciones, además de enviar a 315 ingenieros. Pero también es cierto que según cálculos de la ONU desde 2003 han muerto 200.000 personas por las enfermedades y el hambre, además de haber 2,5 millones de desplazados.
La prensa china tardó en hacerse eco de la renuncia de Spielberg. Esa prensa china que nunca dice nada de las denuncias de organizaciones pro derechos humanos contra China por múltiples motivos, lo que hace que estas denuncias cobren más valor. Sólo 5 días después de que Spielberg renunciara, los chinos se enteraron del asunto. El diario Guangming Daily, uno de los más leídos en China, dice que “El señor Spielberg no sabe nada sobre los esfuerzos de China por resolver el conlicto de Darfur. No está calificado para culpar al gobierno chino”. Mientras, el diario China Youth Daily dice que “Spielberg vive completamente en su mundo de ciencia ficción y no puede distinguir la fantasía de la realidad”. En fin…

En relación con lo de Darfur la semana nos deja otra historia más. El pasado jueves, el diario británico The Independent, uno de los más liberales (sólo hace falta apuntar que en 2006 dejó que dirigiese el periódico un día Bono, de U2); daba un golpe de efecto. Recogía en su portada una carta dirigida al Presidente chino firmada por varios Premios Nobel, entre ellos por ejemplo, Rigoberta Menchú. El titular del The Independent era "Una carta de los Premios Nobel más laureados al Presidente chino: Debes actuar en Darfur".


En su edición del viernes, The Independent recogía cuál había sido la reacción mundial a esa carta. Y el titular del periódico lo decía todo: “El gran muro de la indeferencia”. Se preguntaba: ¿Cuál ha sido la reacción de quienes realmente pueden cambiar las cosas? Ninguna. Recogía en su portada dos cosas más. Por un lado, que el presidente Bush descartaba un boicot por este motivo, y que irá en persona a los Juegos Olímpicos.
Y por otro lado traía los logos de Visa, Wolkswagen, y Coca-Cola, y decía, “los principales patrocinadores de los Juegos se niegan a plantear la cuestión a los chinos”.

No he estado en Darfur, por lo que no he visto lo que pasa allí. Porque como decía antes, está bastante oculto para la sociedad occidental. De hecho lo que conozco de Darfur es ficción, entre comillas, y es lo que se ha recreado en la serie Urgencias, que ha querido recoger parte del drama humanitario que hay allí. Bueno, y el otro día estuvo en Darfur George Clooney, como embajador de la ONU, y decía que iba a intentar presionar a Estados Unidos para que hiciera algo. Pero lo que está claro es que allí está habiendo un genocidio. Y alguien debe hacer algo.

En relación con esto también, la Asociación Olímpica Británica anunció que los deportistas británicos deberían firmar una cláusula en sus contratos, según la cual se les prohíba realizar comentarios con connotaciones políticas durante la celebración de los Juegos. Ante el revuelo que se formó, la Asociación Olímpica Británica tuvo que rectificar y anunció que no pretenden establecer carreras a la libertad de expresión de los deportistas. Veremos a ver quién se quiere implicar realmente, porque sino lo pueden “boicotear”.

Es lo que tiene el comunismo y organizar unos Juegos Olímpicos. A diario, puedes tener controlada a la población, a pesar de ser mil millones de chinos, pero no se puede silenciar a la familia olímpica. De momento, los chinos quieren dar buena imagen, y ya escupen en la calle un 2,36% menos que hace un año, entre otros cambios entre la población que recogen los informes del Gobierno. Pues nada, mientras que haya menos escupitajos, para el Gobierno chino "todo va bien".

No hay comentarios: