miércoles, 31 de diciembre de 2008

...y 366: Esto fue 2008

Llega el final del año, y como es tradición, toca resumirlo. Esta es una buena excusa para que los programas de televisión dejen grabados programas de resumen y se cojan unos días de vacaciones.

Repasar los éxitos del deporte español en 2008 es ardua tarea. Quizás este año ha primado la calidad por encima de la cantidad, y por eso parece que hemos ganado más cosas. Porque hacía casi medio siglo que no erámos campeones de Europa de fútbol ni ganábamos Wimbledon. Los grandes éxitos del año se están recopilando en todas partes. Por esto, aquí está un resumen más de 2008, pero en versión contracrónica:

Cuando China comenzaba a preparar sus Juegos, era el turno para escoger a lo más importante de la ceremonia de apertura: quién encendería el pebetero. El favorito pasó a ser Liu Xiang, el mejor atleta chino de la actualidad, y que dominaba los 110 metros vallas. Sin embargo, Xiang renunció a este honor porque consideraba que los ensayos le iban a restar mucho tiempo de preparación. La labor de los últimos relevistas no suele ser demasiado cansada, por lo que era bastante extraña esta renuncia.

Pero cuando el 8 de Agosto vimos a Li Ning surcar el techo del estadio olímpico de Pekín comprendimos los motivos. La tarea de encender el pebetero era complicada. Paradójicamente, Lu Xiang no pudo encender el pebetero, ni tampoco darle una alegría a su país en forma de medalla de oro. La gran estrella china "había vendido" todas las entradas de su prueba tiempo atrás. Pero ni siquiera pudo correr. Intentó un milagro desesperadísimo, pero su lesión era demasiado importante. Un gran shock para los chinos.

Un shock que fue menos porque los anfitriones dominaron el medallero de los Juegos por primera vez en su historia, con exhibición incluida en Gimnasia Artística. Eso sí, le fastidiaron el pleno en Saltos de Trampolín, que se le va a hacer.
Después de los Juegos, y a la hora de hacer balance del año, queda una duda: Phelps o Bolt. ¿Quién fue mejor? ¿Quién hizo lo más grande? Pues según se mire. Desde un punto de vista objetivo, la hazaña de Phelps es mayor. Fueron en realidad 8 hazañas en 9 días, que habían requerido de otros esfuerzos previos, con la clasificación en los siempre complicados Trials USA. Y en todo tipo de pruebas y estilos, con todos los rivales contra él. Bolt lo tuvo "más sencillo". Sólo fueron 2 pruebas, aunque sus marcas fueron estratosféricas, y lo pudieron ser más, sino entra andando en la final del hectómetro. Y batió ese récord imposible de Michael Johnson de Atlanta 96. Por cierto, que este año se ha batido otra marca atlética histórica, la del maratón. Haile Gebreselassie batió una barrera que parecía prohibitiva al menos en estos albores del siglo XXI: la de las dos horas y cuatro minutos en el maratón. Como no fue en los Juegos, parece que tiene menos importancia, pero es una de las hazañas de 2008.

En los Juegos, entre otras muchísimas cosas, vimos la caída del imperio USA en las pruebas de velocidad. Jamaica le dio a los estadounidenses un histórico repaso del que aún no se han recuperado.
No sé porqué motivo, cuando se resume el año deportivo, y en especial los Juegos, se obvia lo que pasó meses antes, con la llama olímpica. Entre las imágenes del año queda los intentos de boicot al fuego olímpico en (especialmente) Londres y París, en protesta (principalmente) por la situación del Tíbet. Pero se está olvidando en este fin de año.

Como decía antes España ha vivido un gran año, pero quizás la calidad de lo ganado obvia que hemos ganado menos que otras veces. Por ejemplo, el año en el mundo del motor ha sido horroroso (salvo en el trial), en comparación con todos los activos que tenemos. El desastre ha sido especialmente claro en el Mundial de motociclismo, donde no ha habido ningún piloto que haya destacado sobremanera. Solo reseñar la brillante irrupción que tuvo en el Mundial Jorge Lorenzo, al que castigaron las lesiones. Pero han fallado clásicos, como Antonio Albacete en el Europeo de Camiones o Iván Cervantes en el Mundial de Enduro.

Los Juegos, en general, fueron decentes para España. 18 medallas, en comparación con nuestro balance histórico, es una buena cifra. Pero comparado con el potencial que llegamos a Pekín, la cifra se queda corta, y lo que es peor, el futuro no es nada halagüeño en los palos donde ahora se cojea (que son además los pilares de los Juegos). El atletismo, la natación, la gimnasia artística y el judo naufragaron estrepitosamente. El héroe entre los atletas fue García Bragado, y eso que tiene ya 39 años. En natación, se vivió un espejismo en los Europeos en Eindhoven (algo parecido a lo que se ha repetido en los Europeos de piscina corta de Rijeka), para luego sólo tener un finalista (Aschwin Wildeboer en Pekín). En Gimnasia Artística, cumplió con creces Deffer, pero quizás se esperaba algo más del resto del equipo masculino, y el femenino ni siquiera se clasificó para los Juegos. Y el judo, cosecha tradicional de medallas, volvió a fracasar igual que en Atenas.

El espejo en el que debería mirarse España para crecer es Reino Unido, que preparando sus Juegos, ha apostado por campos "poco desarrollados" para especializarse, como el ciclismo en pista, con una enorme cosecha de medallas. Lo cierto es que España también remató demasiadas veces al palo (con cuartos y quintos puestos), por lo que hace falta más capacidad de remate. Y fallaron apuestas que parecían ultraseguras, como Javier Gómez Noya, máximo favorito al oro en triatlón, y que sólo pudo ser quinto. Pero eso es lo que tiene sólo contar con estos deportes cada 4 años. En el día a día arrasan, pero si coincide en que su único mal día lo tienen en los Juegos, no existen.

Pero hay algunas cosas positivas desde las que trabajar: la medalla en esgrima de José Luis Abajo, la de Leire Olaberría en ciclismo en pista (muy meritoria) o alguna actuación destacable en lucha o badminton. Por cierto, que dentro de 4 años, en Londres, echaremos de menos a un grande como Joan Llaneras, que tuvo una despedida de ensueño con 2 medallas, una de ellas en la americana junto a Toni Tauler.

En Pekín también se coronó a lo grande Rafa Nadal, coincidiendo con su ascenso a la cúspide del deporte mundial. Nadal es, sin ninguna duda, el líder del deporte español en la actualidad. Nadie tiene más "poder" que él. Y eso que siguen a tope gente como Gasol, que vivió un año de ensueño, aunque con finales agridulces. Llegó a los Lakers en febrero, jugó la final de la NBA frente a los Celtics (la final más esperada), y la final olímpica en agosto frente a un remozado y compactado Dream Team. A Alberto Contador le dejaron participar en el Giro, y como quien no quiere la cosa, lo acabó ganando. Y se llevó la Vuelta como complemento, sin oposición, en un año donde la ronda española hizo un recorrido con más "cabeza". Pero la sorpresa ciclista se dio en el Tour: Carlos Sastre se impuso a los máximos favoritos. También tiene hueco Sergio García, en su mejor año golfístico; no ganó ningún "grande" pero llegó al número dos mundial, el primero de los mortales sólo por detrás de Tiger Woods, quien se perdió gran parte del año por lesión.

Son algunas pinceladas de este año. Hay muchas más (la inesperada Copa Davis, por ejemplo), pero el post ya es suficientemente largo. Destacar para acabar dos auténticas "hazañas" femeninas: los subcampeonatos europeos de waterpolo y balonmano. No se contaba con las chicas, en ninguno de los dos casos, pero llegaron a la final, aunque no pudieron con las grandes dominadoras de sus deportes (Rusia y Noruega, respectivamente). Y la actuación de Almudena Cid en la final de los Juegos, en lo que era su cuarta participación olímpica, algo que nunca había hecho nadie antes. Y también lo que hicieron las chicas de la sincro, que se auparon al segundo escalón mundial (sólo por detrás de Rusia) en los Juegos. Ya sólo queda un escalón, que en alguna categoría (dúos) es muy posible que se dé en 2009. Pero eso ya es el futuro.

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