jueves, 22 de octubre de 2009

ACB, el ente que "vive al día"

Hay temas que es mejor contarlos con una historia previa. El 11 de Septiembre de 2001, poco antes de las 3 de la tarde hora española, el mundo cambió para siempre. Dos aviones se estrellaban contra las Torres Gemelas de Nueva York, y nada fue igual desde entonces.

Aquel mismo 11 de Septiembre, martes para más señas, estaba previsto el inicio de la nueva edición de la Liga de Campeones de fútbol. Pese a que el mundo estaba en estado de shock, la UEFA, como si fuera Queen, dijo aquello de "The show must go on", y los partidos previstos para aquel mismo día se disputaron. A primeras horas de la mañana del 12 de Septiembre, la UEFA anunciaba la cancelación de la segunda parte de esa primera jornada de Champions que se debía disputar ese día. Argumentaba la UEFA que la tarde anterior no podía suspender los partidos cuando los aficionados visitantes ya estaban en las respectivas ciudades. Realmente, la suspensión, esa misma mañana, quizás evitó desplazamientos innecesarios a algunos aficionados, pero los billetes de avíón estaban comprados, los hoteles reservados; en fin, que fue peor para los aficionados el remedio que la enfermedad.

La UEFA pensaba seguir con la primera jornada de la Liga de Campeones también el miércoles. ¿Qué ocurrió? En aquella madrugada del 11 al 12 de Septiembre, las televisiones europeas empezaron a ver los desastrosos datos de audiencia que habían obtenido los partidos disputados la tarde-noche del 11. Lógico, el mundo estaba intentando recavar información de lo que había pasado en New York City. Y fueron las televisiones las que forzaron a la UEFA al aplazamiento: no querían malgastar el producto tan caro que habían comprado.

Aquí, en España, hay un ente que tiene la misma habilidad de la UEFA para reaccionar tarde y mal. Pero es que además son expertos y se esfuerzan en ampliar su leyenda día a día. Es la ACB: Asociación de Clubes de Baloncesto. Esta temporada, la Liga que organiza este ente ha vuelto a contar con 18 equipos, después de que el año anterior sólo tuviera 17 por la desaparición del Girona. ¿Y porqué ha vuelto a tener 18 equipos? Por resolución judicial. Hace 19 años, en un playoff de ascenso a la ACB entre el Obradoiro y el Juver Murcia hubo una alineación indebida por parte de los murcianos que sólo se descubrió pasado un tiempo. La ACB decidió interpretar la ley a su modo, y se embaucó en una cruzada judicial con tal de que, más allá de que no jugara el Obradoiro en la ACB, defender sus ideas a capa y espada. Pero la justicia es la justicia, y así, 19 años después de cuando debía haberlo hecho, el Obradoiro por fin disfruta del basket de élite.

Más allá de las particulares reacciones de este organismo ante, por ejemplo, las denuncias de matrimonios de conveniencia, extrañas nacionalizaciones, hay dos decisiones que elevan a la ACB a la categoría élite en el tema dejadez. Por un lado, la Gripe A del Estudiantes. Si en verano incluso se planteó aplazar el inicio del curso escolar para evitar una expansión de la enfermedad (que luego no se haría porque se vio que realmente no era una solución), la ACB se enfundó la bata médica y consideró que, aunque varios jugadores del Estudiantes ya presentaban todos los síntomas de la enfermedad, el equipo debía viajar a Valencia y jugar contra los taronjas. Los jugadores del Estudiantes seguían cayendo enfermos, pero, como no había un informe médico que lo confirmara (no había dado tiempo a hacer los pertinentes análisis), el Gran Canaria 2014 viajó a Madrid para jugar el partido, programado para un miércoles. A mediodía de ese día, por fin, la doctora ACB se debió convencer de los informes médicos que le llegaron y suspendió el partido, habiendo viajado el Gran Canaria para nada.

Y por último, la muerte de Andrés Montes, donde una vez más ha reaccionado tarde y mal. A diferencia de otros organismos deportivos, sólo la ACB puede autorizar los minutos de silencio en las canchas antes de los partidos. Es cierto que Montes hacía muchos años que no retransmitía partidos ACB, y que incluso se le conoce más por la NBA o por la Liga de fútbol, pero, almas de Dios, ¿no vieron el sentimiento espontáneo que se generó en la Red la noche del viernes ante la muerte de uno de los miembros más destacados de la familia del baloncesto? ¿no merecía Andrés Montes ni siquiera un homenaje tan sencillo (incluso de hacer) de un minuto de silencio en todas las canchas, y en cambio, sí hay que guardar un minuto de silencio ante una víctima de ETA que no tocaba al basket ni por asomo? ¿Me lo explican? Ahora ya sí, varios días después se le concede la Medalla de Oro del organismo. Expertos en llegar tarde. A cualquier cosa.

La ACB tiene como subtítulo esta temporada "Una temporada de cine". Efectivamente, de película de miedo, porque el invento va cuesta abajo y sin frenos. Que la segunda mejor Liga del mundo de baloncesto del mundo, cuna de los jugadores que forman parte de la selección actualmente campeona del mundo, subcampeona olímpica y subcampeona europea, tenga, por ejemplo, las audiencias televisivas que tiene, es para llorar. Quizás, algún día de éstos, la ACB haga de una vez por todas las paces con la FEB, que verano tras verano cosecha éxitos en su forma de vender el baloncesto. O quizás sea el momento de un relevo en la presidencia: Eduardo Portela lleva como presidente de la ACB desde... 1990, sí, el mismo año en que el Obradoiro debió haber jugado en la ACB.

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