lunes, 1 de octubre de 2007

¿Y ahora qué?

La situación está díficil, pero la combinación es sencilla. Próximo domingo, Gran Premio de China. Fernando Alonso gana la carrera y Lewis Hamilton abandona después de tocarse con .... Ralf Schumacher, por ejemplo, que seguro que está descentrado tras saber que el año que viene no seguirá un Toyota. Balance de la situación: Hamilton llega de líder al último Gran Premio de Brasil con dos puntos de ventaja sobre Alonso. Y en ese caso, a Alonso le vale con ganar la carrera para llevarse el Mundial de Fórmula 1.

Factores que pueden hacer que la suerte favorezca a Alonso el último día:

1. El año pasado ya ganó el Mundial el último día, es decir, jugándoselo todo a una carta.

2. En Brasil suele llover. A veces no, claro, pero cuando llueve, lo hace con ganas.
3. El circuito de Interlagos se recorre en sentido contrario a las agujas del reloj. A lo mejor Hamilton se despista y....

4. Los dos títulos de Alonso los ha conseguido el asturiano matemáticamente en tierras brasileñas, del gran mito de la Fórmula 1, Artyon Senna.

Por lo que ya ven, no todo está perdido.

Además, para suerte de Alonso, no es la única combinación posible. Incluso si Hamilton es octavo este fin de semana en China y Alonso sexto; Alonso podría ganar el Mundial el último día si abandona (o no puntúa) Hamilton. Por lo que la esperanza no está perdida. Alonso puede alegrarse por lo menos de que a un escritor inglés ya le ha fastidiado una biografía que estaba preparando sobre Lewis Hamilton.

En realidad se están preparando, desde el mes de agosto, 3 libros que dan como campeón del mundo al británico. Pero uno de ellos decía, o dice, que Hamilton sería campeón del mundo matemáticamente tras el Gran Premio de Japón. Cosa que como sabemos todos, no ha sucedido. Y si una biografía se ha ido al garete, porque no también las otras dos. Ya digo que las combinaciones existen.

Muchos piensan que uno de los factores a favor de Hamilton es que no ha abandonado ningún Gran Premio esta temporada, y en la práctica totalidad de los mismos ha acabado en el podio. Pero quizás se olvidan de que el acabar una carrera no depende en exclusiva del piloto. De hecho, la mayoría de pilotos abandonan por errores ajenos a él. Siempre puede llover, romperse una rueda, ....o que aparezca Ralf por el camino. (¡Ralf, te necesitamos!).

La victoria de ayer domingo de Hamilton en Fuji pendió de un hilo tras una investigación posterior a la carrera de los comisarios por ciertas maniobras irregulares del británico cuando estaba el coche de seguridad en pista. Muchos olvidan este factor, los comisarios, que dan sorpresas cuando menos te lo esperas.

En el Gran Premio de Japón del año pasado, en Suzuka, Fernando Alonso se aseguraba prácticamente su segundo título mundial tras el abandono de Schumacher. Pues bien, los comisarios tuvieron que pesar y repesar el coche del asturiano porque no daba el peso mínimo reglamentario (600 kilogramos en total). Al final, lo dieron por bueno.

O en el año 99, cuando Ferrari se quedó sin el título de pilotos (el número 1 del equipo era Irvine, Schumacher estaba lesionado), por menos de lo que mide un botón minúsculo, que era lo que le faltaba o hacía falta (no recuerdo), a un deflector del coche del cavallino. Irregularidad que se encontró en las revisiones que hacen los comisarios tras la carrera.

No ha acabado la temporada, pero la atención de la Fórmula 1 en nuestro país se centra casi más en el futuro inmediato de Alonso. Que si se retira, se va a otro equipo o se queda en McLaren. Gane o pierda el Mundial, lo más factible es que se quede en McLaren. Por varias razones:

1. Actualmente es el mejor coche de la parrilla y el más fiable.

2. No hay ningún otro sitio a dónde pueda ir el asturiano.
3. Aunque no tenga muchos amigos en McLaren, los mecánicos van a seguir poniéndole ruedas en el coche en los repostajes, por lo que ¿para qué irse?

4. Y lo más importante. Alonso quiere correr a toda costa, sea donde sea. Como siempre en su carrera.

Antes de empezar la temporada 2001, Jean Todt le ofreció irse a Ferrari, como probador por el momento. Y Alonso aceptó. Pero llegó Briatore, que le puso un coche encima de la mesa. No tenía sitio en Renault para aquel año, pero lo podía ceder a Minardi. Y Alonso le dijo que sí con los ojos cerrados a pesar de que Renault por aquel entonces no era nadie (de hecho, todavía era Benetton), y de ahí el rencor histórico de Jean Todt hacia Alonso. Y en segundo lugar, Alonso no le llegó a perdonar nunca a Briatore que lo tuviera todo un año sin hacer nada, el 2002, cuando estuvo como probador del equipo francés.

Por lo que, o Alonso tiene un plan para hacer algo en 2008 (una luna de miel de 6 meses con su novia, irse a correr a la Champ Car o a la Nascar americana, jugar en el Real Madrid durante una temporada) o seguirá pilotando para McLaren. Y no es algo que deba sorprender, porque muchas personas siguen trabajando en sus respectivas empresas de todo tipo pese a no aguantar ni a sus jefes ni a sus compañeros.

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