jueves, 14 de febrero de 2008

Entre todos lo mataron...

Decía en el previo 2008 en la versión radiofónica de "Terreno de Juego" que este año, 2008, era clave para que resucitara el ciclismo. O para que acabara condenado a los infiernos durante mucho tiempo. Pues bien, por lo que se ve, el ciclismo ha decidido autocondenarse a casi desaparecer.
No deja de resultar curioso lo de este deporte. Aunque dentro de algunos otros se producen también guerras de poder (la guerra ULEB-FIBA en el baloncesto, o las disputas entre clubes y UEFA y FIFA en el fútbol), el ciclismo tiene una habilidad especial para hacerse el mayor daño posible a sí mismo.
Y aún es peor por dos motivos: Uno, porque no hay nada ni nadie de fuera que quiera acabar con el ciclismo. Es decir, este deporte se autodestruye a sí sólo por sí mismo. Y Dos, todo este daño al ciclismo se hace sin ningún sentido ni lógica; sin ningún objetivo final... Al menos, sin ningún objetivo final Razonable.
En el caso del baloncesto, la Unión de Ligas Europeas se plantó ante el poder que quería ejercer FIBA Europa en las competiciones europeas. Fue una gran ruptura, pero ahora cada uno vive por sí misma: la ULEB feliz sin que le controle la FIBA, y esta última, sin nada que pintar en el basket europeo de clubes.

Creo que las guerras en el ciclismo sean tan virulentas y sin final claro es motivado por que hay 3 frentes en juego. En el resto de guerras deportivas, hay dos bandos: clubes/equipos y organizadores/federaciones. En el mundo del fútbol por ejemplo, los organizadores de la Liga Española son los propios clubes, lo que sería un bando, mientras que en el otro, estarían los otros organizadores de competiciones a nivel europeo y mundial, FIFA y UEFA, que son las Federaciones Europeas del Fútbol.


En cambio en el ciclismo hay tres frentes. Por un lado, la Federación Internacional, la UCI. Por otro, los participantes en el deporte, en vez de los clubes como en otros deportes en este caso los equipos ciclistas. Y por último, están los organizadores de las pruebas. Que en vez de estar integrados en la UCI o ser ambas un único ente, van por libre. Y ahí empiezan los problemas.

La guerra entre la UCI y los organizadores viene de lejos. De muy lejos. Incluso las Federaciones Nacionales de Ciclismo apoyan a los organizadores, en vez de a la Federación Mundial de su deporte. A los equipos, les interesa estar del lado de los organizadores, que son quienes acaban decidiendo si les invitan o no a las pruebas, una vez rotas las relaciones de éstas con la UCI. Pero resulta que la guerra empieza a repercutir en los propios equipos, en los ciclistas.

ASO es una empresa francesa dedicada a organizar eventos deportivos. Una de sus competiciones estrellas es el Tour de Francia, que ya conocemos los escándalos de los últimos años. Pues bien, este 2008 no lo van a olvidar los de ASO. Para empezar, también organizan el Dakar, y ya sabemos lo que ha pasado este año con el raid de aventura africano. Y ahora han decidido, que el campeón del Tour de Francia 2007 no participe en la edición de este año.



En realidad no es así, sino que ASO ha vetado para sus carreras al equipo donde milita el actual campeón del Tour, el Astana, por los escándalos que este nombre ha dado al Tour en los últimos años. Astana es la capital de Kazajistán, un país con ciclistas importantes, leáse por ejemplo Vinokourov, aunque con la sombra del dopaje muy cercana, tanto que en 2007 todo el equipo fue expulsado de la carrera.

Para este año el Astana decidió hacer un gran borrón y cuenta nueva. Todo era diferente en el equipo, para olvidar los escándalos del pasado. Parte del antiguo Discovery Channel (ya que esta marca lo dejó) podía seguir en el ciclismo con el nombre del Astana. Entre ellos el ganador del Tour. Todo parecía correcto. Pero ASO ha decidido no perdonar el daño que el nombre de Astana le hizo al Tour en el pasado.
Resulta especialmente significativo que se vete a un equipo que no responde a ningún nombre comercial, sino que es una apuesta de un país, Kazajistán por el ciclismo (Astana es el nombre de la capital del país, pero no es ninguna marca comercial). Tiene mérito que en ese país sigan apostando por el ciclismo pese a los escándalos sufridos, pero tal y como está la situación de patrocinios en el ciclismo es de agradecer. Pero para el Tour esto no vale.
No he mencionado todavía el nombre del ganador del Tour de 2007. Y es muy importante. Se trata de Alberto Contador. El nombre en sí no añade nada, pero sí su nacionalidad: Español. Nunca, jamás de los jamases, el Tour habría excluido al Astana si el campeón del Tour fuera francés y ahora corriera en ese equipo. Este chauvinismo francés no es nuevo en ASO, por ejemplo en una ocasión en el Dakar la etapa final de motos fue anulada después de celebrada porque un piloto de otro país le quitó la victoria al francés que había llegado líder a Dakar.
Además, no sé porque me da que el Tour tampoco ha perdonado el desplante que le hicieron los españoles al Tour en el 98, cuando todos los corredores de nuestro país dejaron la carrera por la persecución que se vivía aquellos días contra el ciclismo en Francia. Y esta es una oportunidad para vengarse de nuestro ciclismo. Aunque eso haga que menos españoles vean su carrera en el mes de julio. Menos espectadores=menos ingresos de todo tipo. Pero tal y como está el ciclismo, eso qué más da. Cada uno lucha por lo suyo, pero sin saber a donde llegar. El ciclismo está en estado crítico. Y algunos quieren rematarlo.

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