Mi chiringuito

Como todos los años olímpicos, a las distintas federaciones deportivas les toca elegir nuevo presidente. Para esta ocasión, el Consejo Superior de Deportes ha decidido que todas aquellas federaciones olímpicas que hayan clasificado deportistas para los Juegos de Pekín del mes de agosto celebren sus elecciones después de la cita olímpica. En cambio, todas aquellas que no se hayan clasificado para los Juegos deberán celebrar sus elecciones en estos primeros meses del año, salvo que pidan una bula especial por algún motivo especial, y esta bula sea concedida por el Consejo Superior de Deportes.

La Federación Española de Fútbol no ha conseguido clasificar a su selección para la cita olímpica. Por lo tanto, según las órdenes del CSD, debería celebrar las elecciones de forma inmediata. Sin embargo, su histórico presidente, Ángel María Villar dice que no. Que él no piensa celebrar elecciones, básicamente, cuando le apetezca.

La RFEF tiene una excusa perfecta para pedir el aplazamiento de las elecciones unos meses: la Eurocopa que se celebrará en Austria y Suiza el próximo mes de junio. Celebrar ahora un proceso electoral supondría un grave trastorno en el diseño de la preparación para la cita futbolera del verano. Pues bien, la Federación Española de Fútbol no tiene pensado pedir el aplazamiento de las elecciones por este motivo.

Lleva Ángel María Villar tanto tiempo, dos décadas, al frente de la Federación de Furbol, como él dice, que ya parece su chiringuito. Es decir, todo se hace cuándo el quiere. Entre ello, las elecciones. Además, a Villar le han venido a ver sus amigos de FIFA y UEFA. Tanto Platini, presidente de la UEFA, como Blatter, presidente de la FIFA, ya han dicho que lo mejor para el fútbol español, y el fútbol general, es que continúe Villar al frente de la RFEF. Lo que faltaba por oír...

Pero es que además la FIFA ha dejado un regalito. Es una circular que dice que los Gobiernos no pueden interferir en el proceso electoral de las federaciones nacionales de fútbol. Una vez más, la FIFA parece estar por encima de la ley como un Dios superior. De sobra es conocido que, lo que en cualquier otra ámbito de la vida es algo normal, en la UEFA y FIFA es un sacrilegio que se castiga incluso con exclusión de competiciones: el acudir a la justicia ordinaria. Para FIFA y UEFA ellos son los únicos autorizados a decidir en el fútbol sea el que sea el asunto que se traiga entre manos. Se creen los Dioses del Fútbol, y como nadie se atreve a plantarles cara, así le va al fútbol.

Hace unos años los principales clubes europeos amenazaron con escindirse de la UEFA y crear una Superliga Europea propia. A pesar de que la amenaza tenía su base de fundamento, ya que la UEFA se queda con mucha pasta, al final los clubes han claudicado, y han hecho desaparecer hasta ese selecto club, llamado G-14. Dentro de unos años, cuando vuelvan a cansarse de la UEFA volverán a amenazar con escindirse, y quizás ese día lo hagan, siguiendo los pasos del baloncesto. Los clubes y las ligas más poderosas de Europa se hartaron de los mangoneos de la FIBA, y se marcharon. A pesar de las amenazas que hizo en su día FIBA, hoy este organismo no pinta lo más mínimo en la organización de los máximos torneos continentales de clubes: lo gestionan los propios clubes. Y con éxito. O al menos, sin intervenciones externas e interesadas. Pero el fútbol sigue pasando por el aro.

Con esta última circular de FIFA sobre los procesos electorales de sus Federaciones, se le olvida a sus dirigentes que las Federaciones Nacionales, de cualquier deporte, dependen del Gobierno del país. En el caso de España, del Consejo Superior de Deportes. Y que la Federación recibe importantes subvenciones de ese Gobierno. Por lo que, ya que dependen del CSD, digo yo, que tendrán que hacerle caso. Porque obligarles a convocar elecciones de forma inmediata, no es ninguna injerencia gubernamental, sino un castigo a la ineptitud de sus dirigentes por no haber podido clasificar a la selección de fútbol para Pekín.

En mi opinión personal, los chiringuitos personales de más de dos décadas no pueden ser buenos, por uno u otro motivo. El ejemplo es claro: un órgano inmovilista como la UEFA, está realizando cambios tras la llegada de Platini, aunque más que cambios deberíamos decir magia, porque sino no se entiende como los clubes han claudicado para hacer desaparecer el G-14.

Dice además hoy Villar en el Marca que va a arrasar en las elecciones. Bien. Vamos por buen camino... Luego que no nos quejemos.