Nuevo premio a la puntería

La pasada jornada de Liga de Fútbol un cafre pensó que ya había tenido suficiente ración del Betis-Athletic de Bilbao, y decidió acabar con el partido por su cuenta. Lanzó una botella de agua, llena, contra el portero del Athletic, Armando. Tuvo suerte, ya que hizo diana, y consiguió su objetivo: acabar con el partido. Digo que ese sería su objetivo, porque alguno tendría, ¿no?

Interpretaciones irónicas aparte, queda claro que una vez más se premia la puntería en el fútbol español. En muchos campos de fútbol se lanzan botellas (y otras cosas, por supuesto) todos los fines de semana. Pero no todos dan en su diana particular. La mayoría de las veces esas botellas están vacías, hacen poco daño, y aunque impacten en el jugador, no pasa nada. Pero en otras ocasiones, esas botellas sí que están llenas. Lo curioso es que sólo pasa "algo" cuando le dan a alguien, como el año pasado a Juande Ramos o el pasado sábado a Armando. Es decir, se premia, como digo, la puntería. En ese caso, todo son sanciones y clausuras de estadio. Mientras tanto, los "intentos" se quedan sin recompensa de ningún tipo. ¿No es hora de poner un poco de atención a todos estos "intentos" que se producen cada fin de semana?

El fútbol necesita una cultura. Una cultura donde no tenga cabida ningún tipo de lanzamiento de objetos al campo, ni insultos. Los que se llevan las manos a la cabeza cuando los aficionados se meten con un jugador de color por eso, por su color, deberían también llevarse las manos a la cabeza cuando se insulta a un jugador de cualquier otra manera. De cualquiera. Porque esos insultos tampoco llevan a ninguna parte, y lo único que pueden provocar es que degeneren en cosas bastante peores.