viernes, 28 de noviembre de 2008

Penta ya no significa Cinco

Uno de los principales objetivos de Jacques Rogge al frente del Comité Olímpico Internacional es frenar el gigantismo de los Juegos Olímpicos. El presidente del COI no quiere que crezca ni en un sólo atleta más el número de deportistas que hay en cada edición. Si las ciudades soportan ese aumento de capacidad, no habría porqué negarse, pero Rogge no quiere más.

El tope establecido de atletas hace que para que entren nuevos deportes en el programa olímpico, otros deban salir. O que haya disciplinas que deban sacrificarse (como las modalidades de esgrima, que van rotando en cada edición olímpica).


Hay varios deportes que llevan peleando años y años por intentar entrar en el programa olímpico. Hoy en día, los máximos favoritos a entrar son el golf y el rugby a 7 (también se ha hablado de fútbol sala). Pero para entrar, como digo, hay que dejar salir. De momento, en la edición de Londres 2012 ya no estarán ni el béisbol ni su versión femenina, el softball. Quizás vuelvan en 2016, si es que gana Chicago (ya sabemos el poder de esos deportes en USA).

Uno de los deportes que también está en la picota para abandonar el programa olímpico es el pentatlón moderno. La llegada en el 2000 del triatlón al movimiento olímpico supuso un soplo de aire fresco: una prueba que combina natación, ciclismo y atletismo, sin descanso, ideal para la televisión; y sobre todo para los tiempos que corren. La llegada del triatlón puso aún más en duda a un clásico del programa olímpico: el pentatlón moderno.
Este deporte fue una creación de quién recuperó el movimiento olímpico, el Barón de Coubertain. En aquel momento diseñó una prueba donde se demostraría quién era el deportista más completo, o en realidad, quién era el soldado más completo: tiro con pistola, esgrima, natación, saltos a caballo y atletismo eran, y son, las 5 pruebas que conforman la especialidad que se estrenó y sigue en el programa olímpico desde Estocolmo 1912. Todo estas pruebas, además, en un único día, lo que complica el seguimiento televisivo y por parte del espectador.

Pero los niños de hoy ni lanzan a pistola, ni practican esgrima y pocos saltan a caballo. Quedan muy lejos de las élites o militares de principios del Siglo XX. Ahora ha llegado el momento del cambio: un nuevo pentatlón, que fusiona las pruebas de tiro y carrera, como si fuera un biatlón de verano (en el de invierno se fusionan el tiro y el esquí de fondo), donde esa prueba final tendría un mayor interés televisivo. Esta fusión de pruebas afecta a los propios deportistas: uno podía ser bueno en tiro, pero malo en carrera. De forma independiente eran más beneficiosos que juntos, donde al que se le dé bien el tiro pero mal la carrera perderá sus opciones.

Sin embargo, lo más sorprendente, aunque sólo habrá 4 pruebas (esgrima, natación, saltos a caballo y el "biatlón" final), la intención es que conserve su nombre: Pentatlón Moderno, cuya raíz, penta, significa cinco. La Unión Internacional de Pentatlón Moderno aprobó el cambio y la decisión de mantener el nombre el pasado fin de semana en su reunión en Guatemala.
Los cambios entran en vigor el 1 de enero y veremos si al final el nostálgico Pentatlón acaba en Tetratlón.

No hay comentarios: