Obviando el aspecto de que es imposible establecer una "edad de madurez", es decir, que un chaval de 14 años puede ser muy maduro, tanto física como mentalmente, y uno de 18 años ni por asomo; esta propuesta abre un debate sobre el propio futuro de la gimnasia.

Aunque la propuesta de Grandi es limitar la competición a nivel internacional, el máximo objetivo de cualquier deportista es desarrollar lo máximo posible sus posibilidades. Y eso pasa por poder competir en todos los eventos posibles, no estar limitados a algunos por edad. Además, la gimnasia es un deporte, nos guste o no, minoritario, pese a que es uno de los tres pilares del programa de los Juegos Olímpicos (junto con el atletismo y la natación). Eso implica que se tengan que abrir todas las puertas posibles, y no cerrarlas.
Entre esas puertas se encuentran la de los jóvenes gimnastas. En la sociedad actual, pocos niños deciden dedicarse al deporte "sacrificado". Es decir, aquel deporte que requiere horas y horas de entrenamiento todos los días de la semana, y que además, reduce a la mínima expresión la vida social de esos deportistas. Me refiero a deportes como la natación, las dos gimnasias, tanto la artística como la rítmica, o el propio atletismo.
Entre esas puertas se encuentran la de los jóvenes gimnastas. En la sociedad actual, pocos niños deciden dedicarse al deporte "sacrificado". Es decir, aquel deporte que requiere horas y horas de entrenamiento todos los días de la semana, y que además, reduce a la mínima expresión la vida social de esos deportistas. Me refiero a deportes como la natación, las dos gimnasias, tanto la artística como la rítmica, o el propio atletismo.
Estos no son deportes de un entrenamiento diario de un par de horas y de un partido cada fin de semana, como son el fútbol, baloncesto, balonmano, etc. La gimnasia, atletismo, y natación, por seguir con el ejemplo, son deportes que exigen un sacrificio enorme, y que lo que menos necesitan, es poner trabas por el camino, como la que propone el presidente de la Federación Internacional. Porque el cortar las alas a los chavales hasta que cumplan 16 años supone una importante limitación. Todos esos deportes, o se inicia su práctica a edad temprana, o es muy díficil dedicarse posteriormente a ellos. Ya digo, no pongamos puertas al campo innecesarias. Quién vale, vale, y por lo tanto si un chaval de 14 años es un superdotado para la gimnasia, dejémosle competir. Por el bien de la propia gimnasia.
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