miércoles, 1 de octubre de 2008

Cisma en ciernes

El baloncesto español se enfrenta a un nuevo conflicto. Es un clásico también del mes de septiembre cuando llega el turno para el arranque de la Liga ACB. El comienzo de temporada siempre viene acompañado de algún lío. Este nuevo conflicto no va a afectar al propio inicio, a diferencia de otras ocasiones, donde la ausencia de retransmisiones televisivas llegó a suspender partidos. Este es un conflicto de futuro, pero que puede resquebrajar el baloncesto nacional.

Lo que se está moviendo es la creación de una Euroliga, pero de una Euroliga de verdad. Una nueva competición donde los principales equipos de cada país abandonen sus respectivas ligas y se integren en una liga común europea. Y que esa sea la única competición que disputen.


A nivel europeo, sólo la Liga ACB tiene una pujanza real. Ni Italia, ni Grecia, otrora grandes ligas de baloncesto, ofrecen actualmente un campeonato equilibrado. El nivel de la Lega Italiana ha caído en picado en los últimos tiempos, aunque eso ha provocado una interesante igualdad, algo que también ha ocurrido en España, es decir, hay más igualdad que hace unos años, pero no por el bajón de los clásicos, sino por la llegada a la élite de nuevos equipos. En Grecia la situación es aún peor: sólo Panathinaikos y Olympiacos le ponen verdadero nombre a la Liga del país heleno. La situación se repite en países como Turquía, o Israel, donde el Maccabi no tiene rival.

Estos equipos poderosos en ligas menos fuertes sólo tienen un objetivo cada año: la Euroliga (que curiosamente organiza la ULEB, la Unión de Ligas Europeas), por lo que no les importaría abandonar sus torneos nacionales. En cambio, en España el campeonato sí es pujante y la salida de TAU, Madrid y Barcelona (los 3 equipos españoles que tendrían plaza fija en la Euroliga) haría perder a la ACB gran parte de su valor actual.


Curiosamente, a pesar de que la ACB no tiene un gran seguimiento en España, la Euroliga tiene aún menos interés en nuestro país. Por lo que parece que a los aficionados españoles les interesa más el torneo nacional. Si TAU, Madrid y Barcelona abandonan la ACB, ésta irá en picado, pero no es tan seguro que la nueva Euroliga triunfe en nuestro país.

La idea de esta nueva Euroliga obviando los campeonatos nacionales es bastante descabellada. Más que nada porque actualmente la fórmula torneos nacionales+Euroliga funciona. Lo que deberían hacer los dirigentes de la Euroliga es hacer un torneo ATRACTIVO, pero sin obviar a las diferentes Ligas. Los responsables de la ULEB deberían darse cuenta de una vez por todas del suplicio que es una primera fase de 24 equipos, con 14 jornadas (este año serán menos) y donde sólo caen eliminados 8 equipos, muchos de ellos de un nivel inferior.

Con un similar número de fechas a las que ocupa la actual Euroliga (hasta 25), se podría desarrollar una auténtica Liga Europea de todos contra todos, y no haría falta que los equipos abandonaran los torneos nacionales.

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