El año tiene un día y un lugar clave que puede cambiar el futuro. La fecha es el 2 de octubre, y el lugar, Copenhague (Dinamarca). Ese día, y en ese lugar el Comité Olímpico Internacional escogerá la sede de los Juegos de la XXXI Olimpiada de la Era Moderna. Chicago, Madrid, Río de Janeiro y Tokio. Una de ellas llevará la coletilla 2016 unida para siempre. Queda mucho camino hasta octubre, pero no cabe duda que la gran favorita es Chicago, acrecentado con la victoria de Barack Obama. En todo caso, si Chicago, Madrid o Río acogen los Juegos, sería su primera vez. Tokio ya los acogió en el 64. A Madrid le perjudica, y muy mucho, el que Río siga en la carrera olímpica, ya que le puede restar apoyos sudamericanos. Hay riesgo de que Madrid caiga en primera ronda. A diferencia de Chicago, las opciones de Madrid aumentarían de ronda en ronda.
La cita futbolera del año es la Copa Confederaciones, competición que han descubierto muchos después de que España ganara la Eurocopa. Será en Sudáfrica en Junio. La primera fase será de trámite para España (Nueva Zelanda, Irak y Sudáfrica), y la cita clave será en semis: Italia o Brasil deberían ser nuestros rivales. En el planeta fútbol, veremos las opciones españolas en Champions, con el Barcelona como máximo aspirante a todo. Mientras que la próxima temporada se estrenará la Europa League, la competición que sustituirá a la actual Copa de la UEFA.
El basket de clubes, salvo que lo logre el Barcelona (o el TAU por fin dé con la tecla en las Final Four), parece coto cerrado para España, pero por selecciones, los nuestros aspiran de nuevo al oro en el Eurobasket de Polonia, con la duda de Gasol, y con la baja segura del gran capitán Carlos Jiménez, baja que se hará notar. Gasol intentará que sus Lakers por fin conquisten la NBA y traer el primer anillo para un español, lo único que nos falta ya en la NBA. En terreno basket, las chicas seguirán dando guerra, en el Europeo de Letonia.
El tenis vivirá una revolución en el 2009, con la modificación del calendario. Desaparecen los Masters Series, y llegan los Open 1000, Open 500 y Open 250. El dinero ha hecho que Madrid (en perjuicio de otros lugares con tradición tenística) se lleve uno de los torneos grandes, un Open 1000, que será en mayo en tierra batida, en cubierto. Este debe ser el año para ver si Federer vuelve por sus fueros o comienza una larga tiranía por parte de Rafa Nadal. También evoluciona el golf europeo, que vive ya su Carrera hacia Dubai, y veremos a ver hasta que punto vuelve a la élite su rey, Tiger Woods, después de un 2008 marcado por las lesiones.
Este año por fin sí que comenzará como debe, con el Dakar. Tras la suspensión de 2008 por las amenazas terroristas, la carrera se ha visto obligada a hacer las maletas y se disputará en Argentina y Chile, mientras unos viejos románticos siguen apostando por la carrera de siempre con la África Race. España buscará ganar el primer Dakar en coches de su historia.
En motor, el Mundial de Fórmula 1 se presenta más abierto que nunca. Los cambios de todo tipo que trae la competición, incluidos unos coches feísimos, impiden despejar incógnitas. Todos son favoritos hasta que se demuestre lo contrario. Mientras, el Mundial de motos también tiene incógnitas, aunque éstas por la crisis mundial. Veremos en cuánto se queda una parrilla de MotoGP que el año que viene sólo calzará neumáticos Bridgestone. Pedrosa intentará dar el hazacho al título, aunque todo depende de cómo estén Stoner y Rossi, hoy en día un paso por delante. El Mundial de Rallys seguirá agonizando, con incluso la salida del calendario del Rally de Montecarlo, la cita más clásica; y con la marcha de Subaru y de Suzuki por la crisis.
Veremos hasta qué punto la famosa crisis mundial afecta al deporte (principal capítulo: patrocinadores). Hablando de deportes autodestructivos, el número 1 es el ciclismo. Los casos de dopaje, de ciclistas de la máxima élite, siguen causando un daño irreparable, ya que los aficionados no saben si el ganador lo seguirá siendo cuando se conozca el resultado del control antidopaje. Al menos, los españoles intentarán repetir el año de éxitos. El Giro vivirá su centenario con un recorrido, sorprendente, para ser, precisamente, su centenario. Acabará en Roma y no Milán. El Tour también revoluciona, con la llegada al Mont Ventoux el día antes de los Campos Elíseos. Y la Vuelta también revoluciona, aunque quizás se ha pasado. Arrancará en Assen, donde las motos (¿no sería más lógico empezar en un lugar con tradición ciclista?), y pasa de los Pirineos y de Asturias. Además, será el primer año con la dirección de ASO, los mismos que del Tour de Francia.
El año tiene más citas ineludibles, con un interesante Mundial de balonmano en Croacia, con Valero Rivera debutando como seleccionador español, un Mundial de Natación en Roma, donde veremos a dónde llegamos aparte de la sincronizada (ojo que puede caer el oro en dúos ante la ausencia de las Anastasias rusas) y el waterpolo (que sigue con fuerza), y el Mundial de Atletismo en Berlín, donde será un milagro una medalla fuera del trío Paquillo Fernández-Marta Domínguez-Mayte Martínez. Antes estará el Europeo en pista cubierta de Turín, donde podemos comprobar qué futuro le espera al atletismo español.
España tiene muchos puertos todavía por donde crecer, o por donde volver a la élite. Por ejemplo, en el tenis femenino, que necesita de una líder de peso que gane títulos individuales, ya que el dobles goza de una salud espectacular con Vivi Ruano y Anabel Medina.
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