Lo que vimos anoche en el Real Madrid-Getafe es uno de los episodios más negros que se han visto en un campo de fútbol, al menos español. Sino llega a ser un jugador del Real Madrid, Pepe podría acabar en la cárcel por la campaña mediática que se hubiera organizado a todos los niveles. Pero vamos a lo que realmente ha ocurrido.
El que Pepe se liara a patadas con Casquero y le diera un puñetazo a Albín es más propio de un latin king de barrio periférico de gran ciudad. Por lo que Pepe debe ser castigado en su justa medida. Sin piedad. Sino se admite violencia entre los aficionados que van al estadio, menos entre los propios protagonistas del espectáculo. Curiosamente, a Pepe ya se le habían notado ciertos "roces" al rival tras algunas faltas, aunque ayer cruzó todos los límites. Pero lo que hizo Pepe no es lo más grave, sino algunas cosas que ocurrieron después.

Estos arrepentimientos espontáneos quedan muy bien, aparte de ser "obligatorios". Pero no sirven. Lo hecho, hecho está ("el daño está hecho", que se dice). Lo que es horroroso es que algunos alaben esta actitud de arrepentimiento espontáneo perdonando hasta a Pepe por las propias patadas y el puñetazo. Por la misma regla de tres, si Miguel Carcaño, el hijoputa que se cargó a Marta del Castillo, se hubiera arrepentido espontáneamente (que no es el caso, por eso pongo este ejemplo), habría que "perdonarle" o al menos, "mirarle menos mal". Por lo que como para éste hijoputa no vale, tampoco vale para nadie que haga un acto violento. De ningún tipo. Eso por una parte.
Pero lo que me ha revuelto los intestinos es lo que dijo Juande después del partido, que lo de Pepe "eran patadas al aire". Esto me recuerda a cierto episodio de Los Simpsons en el que Bart y Lisa (cuando se convierten en rivales jugando al hockey hielo) se lanzan a dar "golpes al aire" avisando a su hermano de que si le dan es mala suerte. Por lo que según la versión de Juande esto es igual. A lo mejor si fuera él quién estuviera en el suelo, no opinaba igual. Es una agresión pura y dura.

Pero así es Juande. Para él lo de Casquero es "una falta de respeto" y lo de Pepe "patadas al aire". Por cierto, para quién no lo recuerde, si Juande está hoy en día entrenando al Real Madrid es porque lo destituyeron a principios de temporada de un equipo de mitad de la tabla de la Premier, el Tottenham. En Inglaterra ya se sabe, los técnicos se aguantan años y años, hasta el límite. Pero es que el inicio de Juande con ese equipo fue el peor del Tottenham, desde, literalmente, el hundimiento del Titanic (1912). Hoy en día, este equipo está fuera de la zona peligrosa.
Por lo que si Juande está entrenando al Real Madrid, es porque salió escaldado de su experiencia inglesa (por mucho que ganara el año anterior la Carling Cup, un torneo menor). A diferencia de Guardiola, con sus múltiples rotaciones, las alineaciones de Juande, salvo excepciones (su choque con Guti, el ¿dónde está Faubert?), son muy previsibles. Un botón de muestra de lo que es el Real de Madrid de Juande:
-En su primer partido al frente del Real Madrid, frente al Zenit de San Petersburgo en el Bernábeu, en un saque de banda de la segunda parte a favor del Real Madrid, Juande le da una instrucción a Míchel Salgado, que es quién iba a sacar. La respuesta de Míchel Salgado fue "¡Cállate, hostias!". Ese es el papel de Juande.
P.D.: Una tontería: Juanito, uno de los mitos del madridismo, también tuvo una ida de olla "curiosa", cuando le pisó en un partido a Matthaüs la cabeza. La UEFA le sancionó con ¡5 años! de expulsión de las competiciones europeas, y ese gran mito madridista se vio "obligado" a dejar el equipo. A Pepe el propio club debería sancionarle por su comportamiento. Y echarlo también, por qué no. ¿No se expulsa a los hinchas violentos al más mínimo acto? Pues la misma vara.
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