martes, 21 de abril de 2009

RICKY

Así, con mayúsculas. Porque lo que ha hecho Ricky Rubio en el tiempo que lleva jugando al basket de élite, pese a su edad, es muy grande. A Ricky se le empezó a conocer por esta canasta imposible en un Europeo cadete para forzar la prórroga frente a Rusia:



Ricky Rubio debutó en la ACB, de la mano del gran tótem Aíto García Reneses, con sólo 14 añitos. Cosas de Aíto. Hoy tiene 18 años, recién cumplido, y en estos años, se ha consagrado como una de las estrellas de la ACB, y quizás, como el único gran enganche para los jóvenes (ni Felipe Reyes ni Juan Carlos Navarro creo que tienen ese toque con los más jóvenes).
Esta tarde, Martes 21 de Abril de 2009, Ricky Rubio ha anunciado que se marcha a la NBA. Es muy probable que esta fecha haya quedado ya grabada para siempre en los libros de historia del baloncesto, y en la biografía personal de Ricky Rubio. Pero, no es el momento. Al menos en mi opinión.
Hasta 10 días antes del Draft de finales de junio, Ricky todavía puede cambiar de opinión y borrarse de las listas del Draft. Aunque "la ceremonia" de hoy no hace pensar eso. Eso sí, ya puede ir pensando quedar muy, pero que muy arriba, porque la cláusula de 6 millones de euros que tiene en el DKV no se va a pagar sola. Ya se sabe, a más alto puesto en el Draft, más sueldo. Y si estas fueras de los primeros, te hipotecas de por vida para una cláusula como esa.

Pero no es el momento. Es cierto que Ricky lleva varias temporadas en la ACB, y en la actual, con la marcha de Rudy a la NBA, es el líder espiritual del equipo. Es cierto que deslumbró en los Juegos de Pekín a los que fue de la mano de su padrino Aíto. Es cierto que las quinielas del Draft le dan entre los 3 primeros sí o sí. Pero no es el momento. Ricky tiene sólo 18 años, con toda una vida de baloncesto por delante. Tiene el ejemplo bien cerca: Sergio Rodríguez cogió el primer tren que se le pasó por delante, sin darse cuenta que cogió uno de los peores vagones posibles. Hoy en día lo sigue pagando: está en el furgón de cola, y veremos sino regresa a Europa este verano.
Además, Ricky no tiene cuerpo. Literal. Un roce de cualquiera de los armarios que pueblan la NBA (por mucho que jugara la final olímpica contra ellos) lo puede mandar fuera e la cancha. El ejemplo también es Sergio (y Pau Gasol): el cambio que dieron al llegar a la NBA; dejaron de ser tirillas para convertirse en portentos físicos. Ricky debería empezar a convertirse en ese portento físico en Europa.

Es cierto que el DKV puede presentar un equipo el año que viene no muy competitivo, pero Ricky debe quedarse un tiempo más en Europa. Sobre todo, por una razón que considero clave: la NBA quiere, casi exige, a los jugadores americanos, que completen su formación universitaria antes de dar el salto a la NBA. Quiere gente con cabeza.
Es cierto que Ricky ya tiene esa cabeza, pero le faltan ese par de años para crecer, como jugador y como persona, para que su aterrizaje sea menos duro en la NBA. Ricky triunfará, si todo sigue su curso normal, en la NBA. Pero una llegada tan temprana puede marcarle negativamente. De hecho, la edad natural del Draft son los 22 años. A lo mejor, no hace falta esperar cuatro años, pero éste 2009 es demasiado pronto. Pero, al fin y al cabo, es sólo una opinión, en un día que pasará a la historia. RICKY, con mayúsculas, pone rumbo a la NBA.

P.D.: A la vez que cerraba esta entrada, leía la última charla de Santiago Segurola en Marca.com (charlas altísimamente recomendables cada lunes, igual que su Bloc (sí, con c)). Copio y pego: "el experimento podría ser temible para un chico tan joven. Ricky debería mirar el ejemplo de Sergio Rodríguez, que ha perdido tres temporadas en los Blazers. Si los Thunder estuvieran más curtidos y tuvieran algunos veteranos sin vanidad, la cosa sería diferente. Podría ser una excelente escuela. Ahora mismo, lo dudo".
Sobre los Thunder, algo que no había caído, este equipo es uno de los máximos candidatos a elegir primero en el Draft. El aterrizaje depende mucho de qué equipo te elija, y sobre todo, de las circunstancias del mismo.

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