Es decir, una vez el COI decidió que Madrid no iba a organizar los Juegos del 16, el COAM decidió que Madrid debía presentarse a los Juegos del 2020. Además, este concurso no es un concurso cualquiera: es un Concurso Internacional de Ideas, para que tenga más eco. Y además, en el COAM, previsores ellos, ya tenían listas las bases del mismo, que se conocerán mañana lunes.
Desde el COAM argumentan que, con esta decisión, pretenden respaldar la labor hecha por el Ayuntamiento de Madrid en la búsqueda de los Juegos del 16, y así no detener el proyecto iniciado, que va más allá de lo deportivo. Partiendo de la base de que suena raro de un Colegio de Arquitectos convoque un concurso de logotipos (si fuera un hipotético Colegio de Dibujantes, tendría más sentido), parece que la tarde del viernes alguien tenía muchas ganas de salir por la tele. Ahora sólo falta que alguien convoque un Concurso para elegir, por ejemplo, la Canción Oficial de los Juegos.
Echando un poco la vista atrás en la historia olímpica, la última ciudad que se presentó tres veces seguidas buscando unos Juegos Olímpicos, fue Los Ángeles. Lo hizo para los del 76, 80 y 84. Finalmente, se llevó los del 84, porque el único rival que tenía (Teherán) se retiró. Estamos hablando de la prehistoria de los Juegos Olímpicos, porque en ese final de los 70 (cuando se otorgaron los Juegos del 84), el movimiento olímpico estaba en franca decadencia, con el agravante del fracaso de los Juegos de Montreal, que la ciudad ha estado pagando durante casi 30 años. Además, el mundo vivía todavía la Guerra Fría, y si Moscú organizaba unos Juegos, desde la otra parte del mundo también había que sumarse a la fiesta olímpica. Aquello, como sabemos, terminó con boicots por ambas partes. 
Ahora a Madrid le preguntan si se presentará a los Juegos del 2020... y Madrid se pregunta si debe hacerlo. En toda esta historia, hay un momento clave: Singapur 2005. En aquella sesión del COI de Julio de 2005 Madrid estuvo a punto de dar la sorpresa del siglo, y de conseguir la nominación olímpica para el 2012. Nadie, ni los más optimistas, podían pensar que un proyecto absolutamente nuevo, de una ciudad que sólo lo había intentado una vez antes (para los Juegos del 72, y de mala manera), pudiera conseguir los Juegos frente a 4 monstruos como eran Moscú, Nueva York (que nunca ha organizado unos Juegos), París o Londres. 
Los dos votos que le faltaron a Madrid para entrar en la final de Singapur son los votos que le faltaron para llevarse los Juegos. Al igual que ahora se veía lastrada porque el resto de candidatas tenían más ganchos que ella, la falta de perjuicios con los que concurrió entonces, unido a los recelos que despertaban París o Londres por múltiples motivos (entre ellos la envidia por ser los primeros en organizar unos terceros Juegos en la misma ciudad), hizo que Madrid se quedará a sólo dos votos de los Juegos. 
En Singapur perdió París, al igual que lo había hecho cuatro años antes (Julio de 2001) en Moscú frente a Pekín en la lucha por los Juegos del 2008. Escarmentada, París decidió no presentarse a los Juegos del 16. Por un lado, para reflexionar sobre sus aspiraciones olímpicas (en Moscú se creían favoritos, y la derrota para el 12 les dolió aún más), y por otro, por la dificultad de conceder unos nuevos Juegos a Europa. No sólo los del 12 iban a ser en Londres, sino que una nueva nominación europea haría que 3 de las 4 últimas ediciones olímpicas fueran en Europa (Atenas, Londres y otra europea en el 16), lo que alejaba el perfil expansionista de los Juegos del cáracter globalizador del Siglo XXI. 
Madrid, de partida, no hizo mal presentándose a los del 16. Al fin y al cabo, sabía cuáles podían ser sus rivales, pero no qué se podía esperar de ellas. Sobre el papel, Chicago o Río eran rivales menos fuertes que las que tuvo en la carrera del 12. Ahora el dilema se plantea en si continuar la carrera olímpica de forma inmediata o tomarse un respiro, como ha hecho París en esta ocasión. La decisión es más decisiva que para el 16: en ese año los Juegos serán fuera de Europa, por lo que hay más opciones de que en el 20 puedan ser en el Viejo Continente (todo esto sobre el papel, claro...). Pero una nominación europea para el 2020, alejaría los Juegos de este continente para el 2024, por lo que, un descanso de Madrid para el 2020, podría condenarla a esperar aún más. Por lo que si la carrera por los Juegos del 20 se centraliza en Europa, Madrid debe presentarse sí o sí. Puede ser su momento. 
Sin embargo, la carrera del 2020 puede ofrecer una lucha muy intensa en este continente. Se espera el regreso de París a la lucha (salvo que espere a los del 2024 para conmemorar el Centenario de los segundos Juegos en la Capital Francesa, pero ahí le puede pasar lo mismo que a Madrid si deja escapar la ocasión del 20), la presencia de Berlín (que ya lo organizó en el 36), o de Roma (lo hizo en el 60 y fue firme candidata a los del 2004). De momento, la única que ha mostrado su interés es Venecia, una medianía en el contexto europeo. Frente a estos rivales, Madrid puede jugar la baza que ahora ha empleado Río de forma continental: es la única gran capital europea que nunca ha acogido unos Juegos (también es cierto que sus intentos han sido escasos).El riesgo es que para estos Juegos del 20 el COI pueda seguir su afán expansionista si surge una candidata africana (donde todo pasa por Sudáfrica, que ya lo intentó con Ciudad del Cabo para los Juegos del 2004), o de otros países emergentes como la India (que organizará los Juegos de la Commonwealth, los que agrupan a las que fueron colonias británicas, en 2010). Y el USOC, el Comité Olímpico Estadounidense, siempre tendrá alguna candidata que presentar, aunque haya batalla interna previa (en la lucha por ser candidata de Estados Unidos a los Juegos del 16 estuvieron Houston, Filadelfia, Los Ángeles, San Francisco, y cómo no, Chicago).
Lo importante es que Madrid decida por sí misma sí quiere presentarse a los Juegos del 2020. El organizar este evento siempre es un gran caramelo, y por lo tanto el pensamiento básico es "por qué no presentarse". Al fin y al cabo, pese al dinero invertido en la candidatura, éste se recupera en parte estando presente en una lucha como la que tuvo lugar el viernes en Copenhague (compitiendo con Obama, con Lula, con el primer ministro japonés,...), y además saliendo bien parado de ella, cayendo en al final. Evidentemente, no todo el mundo está tan pendiente de la jornada de elección de la sede como los países implicados, pero por ejemplo, Eurosport lo retransmite para todo el continente. 
Madrid debe seguir apostando por el deporte, consolidando una base de eventos variados, que den pie a que el nombre de la ciudad empiece a sonar con fuerza en Federaciones Internacionales de todo tipo. Por ahí se puede empezar a crear una corriente favorable a favor de Madrid. Y como digo, que decida por sí misma si quiere presentarse a los Juegos del 20, tomando en cuenta al Comité Olímpico Español y al Comité Olímpico Internacional, y alejándose de réditos e intereses políticos. La decisión será díficil, Madrid debe estudiarlo con calma, y cuando llegue el momento, tomar la decisión más acertada. Queda en el aire si alguna otra ciudad española decidirá meterse en una futura carrera olímpica (un regreso de Sevilla, se habló en su día de Valencia, Bilbao,...), lo que podría generar una primera lucha olímpica en casa. Eso sí, un fracaso en el 20, dejaría muy tocadas las aspiraciones olímpicas de Madrid para el futuro. Aunque ahí seguiría Detroit, como la ciudad que acumula más fracasos: lo ha intentado hasta 7 veces, sin éxito (eso sí, la última vez fue para los Juegos del 72). 
De momento, la siguiente lucha olímpica de España puede ser la de Zaragoza para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. Es un proyecto novedoso, que se está estudiando en estos momentos, y que pasa por tener unos Juegos entre Zaragoza y Jaca, que ya lo ha intentado en solitario varias veces sin ningún éxito. Los Juegos de Invierno del 14 serán en Europa, pero aquí sólo cuenta el Hemisferio Norte.
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