No se sabe si aquella experiencia en junio fue el espaldarazo definitivo, pero lo cierto es que en nuestro país se vive ahora mismo una auténtica locura por el deporte. En concreto, por organizar eventos deportivos. Toda ciudad que se precie quiere tener algo grande, cuando no es todo el país.
En la anterior ocasión que Madrid se presentó para acoger unos Juegos Olímpicos de Verano (para el 2012), la ciudad madrileña se volvió "loca" y acogió todos los eventos posibles, incluidos los más variopintos. De hecho, las finales del Mundial de tiro con arco se llegaron a celebrar en el patio del Palacio Real de Madrid. Para esta candidatura olímpica la estrategia es diferente y la euforia se ha contenido.
Se organizan menos cosas, y con más cabeza: este fin de semana (5, 6 y 7), la capital acogerá la Copa del Mundo de la FINA de Natación Sincronizada. Mientras, el próximo fin de semana (13 y 14), el Telefónica Arena albergará la final de la Copa del Mundo de Gimnasia Artística. Pero al fin y al cabo estos son eventos modestos. Y este país parece que quiere saltar más que Bob Beamon o Mike Powell de una sola tacada.
Ahora mismo, España quiere organizar:
-Mundial de Baloncesto en el 2014
-Juegos Olímpicos de Verano en el 2016 (Madrid)
-Mundial de Fútbol de 2018
¿Parece excesivo que nos den todo, no?
Curiosamente, estos 3 grandes eventos que quiere organizar España no hace demasiado tiempo que se organizaron aquí, teniendo en cuenta que son eventos planetarios:
-Sobre el Mundial de Baloncesto, España ya lo acogió en 1986, hace 22 años.
-Juegos Olímpicos todos recordamos que los de Barcelona fueron en el 92, por lo tanto hace 16 años.
-Y el mítico Naranjito "vivió" en el 82, de lo que hace 26 años. Siendo el Mundial de Fútbol la candidatura más lejana, sí lo conceden a España "sólo" habrían pasado 36 años desde la última vez que lo organizó nuestro país. Pueden parecer muchos años, pero es que los Mundiales son cada 4 años, por lo tanto, sólo habría habido 8 ediciones de por medio antes de volver a nuestro país. Un Mundial de Fútbol es un evento planetario que cualquier país querría organizarlo. Por lo tanto, ¿hace falta repetir tan pronto?
Esta fiebre que vive nuestro país por organizar eventos responde a la bautizada como "Edad de Oro del deporte español". Organizamos todas esas cosas no hace mucho tiempo, pero es como si lo organizaran otros, porque entonces nosotros "no ganábamos". Ahora, con nuestro súperdeporteultramoderno queremos aspirar a albergar estos eventos como si no los hubieramos organizado hace nada.
Ahora mismo nuestro país ha llegado al punto de "por pedir que no quede". En el 97, hace 11 años, España organizó un Eurobasket, aunque "a la catalana" (las sedes fueron Barcelona, Girona, Manresa y Badalona). Pues bien, el año pasado, en 2007, organizamos otro, aunque este fue "a la madrileña" (en Madrid, Sevilla, Palma de Mallorca, Granada y Alicante). O los mundiales de Natación, que en el 86 fueron en Madrid, y en 2003 en Barcelona.
Hay ejemplos más sangrantes. Como ya hemos dicho, Barcelona acogió los Juegos en el 92, pues bien, Sevilla ya quería acoger los del ¡2004! ¡Sólo 12 años después! ¡Como si no hubiera países y ciudades en el mundo! Los sevillanos se dieron un buen batacazo en 2004 (no pasaron el primer corte), y optimistas ellos, repitieron en 2008. El batacazo fue similar (en primera ronda).
El ejemplo más claro de esta fiebre de eventos deportivos es Valencia. Construyó un circuito (el Ricardo Tormo) para albergar el Mundial de Motos. El circuito es apto para la Fórmula 1, pero como no había forma de albergar allí un Gran Premio, montan un circuito urbano, aunque sea a golpes (consecuencia: no hay adelantamientos y fue la carrera más aburrida de la temporada). Además de la fiebre por la Copa del América de Vela, que acogió la ciudad en 2007, y puede volver a repetir, aunque haya que crear engendros como el Club Náutico Español de Vela. Y el viejo sueño de la ciudad es organizar un Mundial de Atletismo, pero de momento no han tenido éxito. Por si acaso, en el nuevo estadio de fútbol que prepara el Valencia, y que debía tener pista de atletismo para esos Mundiales, aún no se sabe ¡si finalmente la tendrá!. De traca.
Y a todo esto, lo más curioso es que sólo pedimos cosas grandes. ¿Por qué no se puede pedir un Mundial de fútbol sub-lo que sea, que ganamos casi siempre o al menos estamos siempre en la lucha? ¿Nos hemos enterado que el COI va a organizar a partir de ahora unos Juegos Olímpicos de la Juventud? ¿Sabemos que existe también un Eurobasket femenino? ¿Por qué no pedimos alguno de estos eventos? ¿Por qué no apoyamos más otras candidaturas más modestas (y utópicas), como la de Jaca a los Juegos Olímpicos de Invierno?
Esta muy bien pedir todo lo posible. Pero con cabeza. Dosificando esfuerzos y centrándonos en objetivos concretos (y reales). Organizando cosas que traigan espectadores (donde no haya que regalar entradas y ni así se llene). Y sobre todo no hacer el ridículo. Hace poco, España tenía casi segura la organización del Mundial de 2011 de Balonmano. La presentación de la candidatura fue tan desastrosa y pobre (y la página web daba grima) que la Federación Internacional de Balonmano no nos dio el Mundial porque hubiera sido un insulto.
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